Ana Vico vivió en Zurich algún tiempo y ahora
regresa periódicamente a esta ciudad. Desde luego nadie como ella para
llevarnos de paseo por Zurich
ZURICH, la Suiza cosmopolita
No parece Zurich una ciudad muy representativa de su país,
pues cuando pensamos en Suiza la imaginación se nos llena de tiroleses, relojes
de cuco, quesos y..... chocolate!. La ciudad surge entre las montañas alpinas y
en ella todo es contraste. Visitándola vemos una metrópoli moderna que ha
conseguido mantener su encanto histórico, tras el gran desarrollo industrial y
comercial que la transformó en la ciudad más grande del país.
No debemos dejarnos llevar por los aires yuppies del centro
económico porque entonces no se vería el trasfondo campechano y casi folclórico
que trasmiten sus gentes llegadas de las montañas de alrededor. Los aires
alternativos invaden espacios bohemios, adaptados a una arquitectura
centroeuropea, sobria y casi siempre aséptica; en Suiza todo es neutral. Por
ello pasear junto al lago y ver los lujosos escaparates del centro puede ser
uno de los ejercicios de adaptación al lugar, más complicados, pero creerme que
merece la pena intentarlo.
Zurich crece como una sociedad avanzada, en la que conviven
sectores del protestantismo más severo, Zuinglio dio allí su primer sermón, en
la iglesia de Grossmünter. Pero al mismo tiempo es cuna de muchas vanguardias,
con el museo de arte contemporáneo como gran mecenas. Lo más recomendable
durante su visita es abstraerse de los lujos y sumergirse de noche en el barrio
antiguo junto al Limmatquai, donde el colorido de las casas, las miles de
lucecillas que cuelgan de ellas y el ambiente, te hace soñar con los cuentos de
la infancia.
Ana Vico
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