Director: Manuel González GilTeatro Bellas Artes de Madrid
Si la ternura se personalizase se encarnaría en la figura de
Dalmacio, protagonista de esta obra en la que se enamora de su compañera de
trabajo. Su amor surge en las ondas de una emisora argentina, a través de la
palabras de Mark Twain y su Diario de Adán y Eva. En el teatro, se intercala la
representación de esta obra literaria, con la del relato de su propia historia
de amor, creando dos narraciones paralelas de matices muy distintos; humor y
melancolía.. Así, de forma dinámica y muy expresiva surge este torbellino de
ingenio, humor, amor y mucha paz, pues la actuación, soberbia, de Miguel Ángel
Solá, deja en los espectadores un poso de enorme paz interior, la de aquél que
ha sabido amar.
Qué difícil es hacer una crítica cuando una obra te gusta
tanto, que intentas estar a la altura de ella. No puedo decir que la recomiendo
es que, de verdad, no deberíais perdérosla.
Ana Vico
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