
Interpretes: Collin Farrell, Angelina Jolie, Anthony Hopkins
No había oído ninguna crítica favorable y aún así me moría
de ganas de verla. Pero la ilusión se esfumó pronto, estoy con la mayoría: no
me ha gustado, reconozco que hasta tuve crisis de somnolencia.... Creo que se
ha perdido la oportunidad de ensalzar al personaje y fomentar el interés por
él, algo que no es tan difícil, si pensamos cuántas películas habrá inspirado
Alejandro Magno. Un personaje real, que reúne todas las características para
una americanada típica: un conquistador en todos los campos en los que el
término pueda emplearse....
El argumento lo tenía todo, la propia Historia proporcionaba
un testimonio trepidante, el reparto era bueno y los medios más que
suficientes. Pero Oliver Stone decidió polemizar, con un Alejandro nada
convencional, introduciendo aspectos tortuosos en su personalidad. Es la
desmitificación del héroe mostrando un Alejandro poco magno, casi patético, de
diálogos petulantes, pelo teñido y con la raya del ojo deshecha de tanto
llorar.
Hay pasajes que me han recordado a la trilogía de M.
Manfredi. Pero con una diferencia, en los libros sí se refleja la personalidad
conquistadora y no acomplejada de quien tuvo valía y arrojo suficiente como
para ampliar su reino hasta los confines del mundo.
Sobre el reparto poca cosa; Anthony Hopkins pasa
desapercibido, y decir que Angelina Jolie es de lo mejor es decir todo. La
interpretación de Alejandro no es mala pero faltan datos en el relato para
entender sus reacciones. El que la comunidad griega en USA haya denunciado al
director por presentar un Alejandro bisexual, es una prueba de que son más
americanos que griegos y no han estudiado mucho las fuentes históricas
griegas..
¿Lo mejor de la película?, al final cuando nos muestran una sucesión de esculturas del conquistador realizadas con la influencia y el estilo de todas las culturas a las que sometió. Ahí, sí se ve la grandeza de Alejandro el Magno.
Ana Vico
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