A la caída del sol nos
bajamos a tierra. Vino, cerveza y ron mientras Agustín preparaba un atún
espectacular que cenamos con la sola iluminación de la luna llena y escasas
velas.
Hay muchas historias que contar de esa noche pero poco espacio para
ello, así que tal vez alguno de los protagonistas se anime a hacerlo otro
día...
1 comentario:
Recuerdo perfectamente ese día y ese viaje, hasta ahora el mejor de mi vida.
Qué recuerdos!!!
Ra
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