La calle de la judería

Toti Martinez de Lezea
Editorial Maeva

Bueno, no es alta literatura. Ni mucho menos. Pero la historia de tres generaciones de judíos en la Vitoria del siglo XV me ha resultado fascinante. El vínculo que suponen los lazos familiares, la liviandad y el peso al mismo tiempo de las religiones, la locura de la inquisición, la descripción de la vida de los judíos y los cristianos en esa época fascinante, los rencores, las ambiciones...

Yehuda Sahadia es un rabino de Vitoria que tras formarse en Toledo, vuelve a la casa familiar en Vitoria dónde su hermano David ejerce como físico (médico). Su inquietud espiritual le lleva a bautizarse tras escuchar el mensaje de Vicente Ferrer. David Sahadia a su vez tiene dos hijos que heredan su vocación. Uno de ellos, Yosef, no está dispuesto a sufrir más de lo necesario por una religión que apenas le interesa. Pero su hermano Jonás, no le entiende. David Sahadia, tiene un amigo cristiano, Juan de Mendoza que ayudará a su hijo a labrarse un buen camino. Los hijos de Pedro Sánchez de Bilbao que es el nombre del converso, tendrán una vida fácil en lo económico pero descubrirán la penitencia que les supone el pasado de su padre como converso, cuando la Inquisición está dispuesta a condenar a todos los que tengan antepasados dudosos. Martín de Escoriaza es la representación del antisemitismo furibundo a lo largo del libro. Hijos, hermanos, mujeres, amantes, préstamos, venganzas, todas las contradicciones de los sentimientos, de los vínculos por la religión y de los vínculos familiares, aparecen reflejadas en este libro.

Ana Ruiz