La verdad es que cada semana que paso leyendo y buscando
cosas sobre el lugar que visita "viernes" me entran unas ganas
terribles de hacer la maleta y escapar a cualquiera de los destinos que
proponemos. Este deseo se ha hecho mas intenso en los tres últimos
números:Tanzania, Grecia y el de hoy, Tailandia. Y es que desde siempre me ha
atraído el exotismo de un país cuajado de símbolos y figuras como si fueran
mensajes ocultos que nos pueden parecer incomprensibles a simple vista pero
que en cualquier caso resultan fascinates. Y si sus centenarios templos y su
cultura no fueran reclamo suficiente, en Tailandia podemos encontrar solitarias
y paradisiacas playas de aguas turquesa dónde perdernos si no para siempre, sí
por una buena temporada.
THAI: EL ANTIGUO REINO DE SIAM
Los problemas de tráfico de Bangkok hacen el aire
irrespirable, la polución se mastica y la humedad puede ser agobiante. Pero sus
templos compensan todos los sufrimientos, son uno de los grandes espectáculos
de toda Asia, el resumen de una tradición centenaria y un imán irresistible
para los amantes del arte.

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