Dos timadores natos, un encuentro fortuito y un negocio irrenunciable. Con estos ingredientes nada rebuscados Bielinsky es capaz de tejeruna trama sobria y efectiva pero sin los efectismos habituales en el género. El espectador participará del juego manteniéndose intrigado y activo durante la desbocada jornada en la que tiene lugar la acción. El cine argentino marca un claro camino y de nuevo Ricardo Darín apunta a ser su indiscutible abanderado.
ÁTIMO
1 comentario:
Me encanta esta pelicula!!!
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