Os voy a hablar de un sitio en el mundo que es muy
particular para mí, la Iglesia de Brou.
Estoy estrujando mi cerebro para encontrar un lugar en el
mundo muy especial, cuando, realmente, lo tengo al alcance de la mano....en mi
casa!
El pueblo se llama Bourg-en-Bresse, se encuentra a
equi-distancia de Lyon y Ginebra en Suiza. Es una zona de lagos, húmeda y
verde, un paraíso para los pájaros.
En la Edad Media, ya no me acuerdo de las fechas exactas, se
construyó ahí una iglesia junto a un monasterio. Ordenó su construcción y la
finalizó Margarita de Austria, regente de los Países Bajos en memoria a su
marido Philibert Le Beau (El guapo). Su construcción duró decenas y ella ni vió
la iglesia acabada. Es de estilo gótico flambeante, impresionante, magnífico!
Hace unos 5 años, se restauró el techo, inspirándose en el
techo inicial que ya no existía. Es un techo como en Borgoña (está al lado) con
las pizarras de colores como en los Hospicios de Beaune, de cuadros amarillos y
brillantes. Esta iglesia, la vi todos los días durante 19 años. La visité una
cantidad de veces que ya no cuento, ... y sin embargo, cada vez que entro allí,
se me corta la respiración.
En el fondo, en una capilla, reposan Philibert y Marguerite.
Pero lo más bonito y lo más peculiar, siguen siendo los
claustros. Por qué? Porqué, Brou es una de las escasas iglesias de Francia que
ha conservado sus 3 claustros. Ahora el monasterio alberga un museo de pintura,
pequeñito, provincial, pero con piezas muy interesantes de la época de
Barbizon, con Courbet, por ejemplo. Se puede pasear por los claustros, y la
verdad es divino....
Nunca me ha gustado visitar las iglesias, catedrales, etc...
pero los monasterios y los claustros sobre todo, me fascinan! Hay una
tranquilidad, una serenidad, como si el tiempo se hubiera parado. Es una
sensación muy personal, no lo puedo explicar. Tenéis que ir allí.
Y como, una visita, no se puede acabar así, os aconsejo
luego, ir a comer enfrente de la Iglesia, en un restaurante típico de la zona
donde es imprescindible comer ranas al ajillo para empezar y luego un poulet
de Bresse à la crème (pollo de Bresse a la nata). Acabar con un queso fresco
con nata y azúcar, o sin nada.
Este es mi pueblo. Son mis raíces. No podía faltar dentro de
mis lugares en el mundo!
Steph
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