El Tíbet ha estado cerrado a los extranjeros hasta el año
1980 y aún hoy, los turistas sólo pueden acceder al país en viajes organizados.
Tal vez ese carácter enigmático y la fascinación por su religión y cultura casi
míticas sea lo que nos ha atraído este "viernes"; o tal vez haya sido
el poder magnético de sus paisajes y templos lo que hoy nos lleva hasta el
"país de las nieves".
TIBET, EL PAÍS DE LAS NIEVES

El Tíbet presenta todos los caracteres de las tierras
descritas en los cuentos. Durante siglos, el misterioso reino budista del Tíbet
encerrado tras las altas montañas, ha atraído como un imán los pasos, pero
sobretodo la imaginación de los europeos. Mitos, leyendas, tantas veces la
fantasía desbordando la realidad. Un mito en gran medida alimentado por su
inaccesibilidad, ya que el Tíbet, como ningún otro lugar en el mundo, simboliza
el perfecto aislamiento. Allí se alza el Everest, el Qomologma de los
tibetanos. Junto a él, otros cuatro ocho miles justifican mas que de sobra el
nombre mítico por el que el Tíbet es conocido en Occidente: El Techo del Mundo.
Alvaro Mencía
No hay comentarios:
Publicar un comentario