Bendecido con bosques centenarios, montañas escarpadas y grandes ciudades
cosmopolitas, Canada se extiende desde el Atlántico hasta el Pacífico y, hacia
el norte, hasta el océano Artico. El país sobresale por la espectacular
diversidad de sus paisajes desde el helado y yermo norte, hasta las fértiles
llanuras del sur a las que se llega atravesando interminables bosques y
montañas. Hace unos 2000 años estuvo habitado por pueblos aborígenes, pero en el
siglo XIX fue colonizado por los europeos. Hoy el país da cobijo a una sociedad
liberal y multicultural.
Al escritor George Woodcock no le faltaba razón cuando afirmó "La voz
de Canada es una voz callada" Y es que los canadienses no suelen cantar las
alabanzas de su tierra, sino que, por lo general, dejan que sean los forasteros
quienes proclamen sus encantos. Los Británicos han sido los que más se han
aventurado por esas tierras. Así en 1946 Lord Montgomery observó: "Ante mis ojos
se extendía un país inmenso y maravilloso, cuyo suelo albergaba todo aquello que
se puede ansiar: una tierra fértil dónde cualquier hombre de bien puede vivir
holgadamente". Mas de 100 años antes Charles Dickens se expresaba con el mismo
entusiasmo "Hay pocos ingleses preparados para descubrir esta tierra, que avanza
lentamente pero sin pausa, que consigue que las diferencias entre sus gentes
queden atrás y sean pronto olvidadas, que alienta el espíritu emprendedor
personal y colectivo a formar un estado robusto y vital, sin una pizca de
endeblez ni enfermedad, con el vigor y la salud latiendo en su firme pulso; esa
tierra rebosa ilusiones y esperanza".
Jane Hutchings
RETRATOS DE CANADA: TIERRA DE ILUSIONES Y
ESPERANZA
Al escritor George Woodcock no le faltaba razón cuando afirmó "La voz
de Canada es una voz callada" Y es que los canadienses no suelen cantar las
alabanzas de su tierra, sino que, por lo general, dejan que sean los forasteros
quienes proclamen sus encantos. Los Británicos han sido los que más se han
aventurado por esas tierras. Así en 1946 Lord Montgomery observó: "Ante mis ojos
se extendía un país inmenso y maravilloso, cuyo suelo albergaba todo aquello que
se puede ansiar: una tierra fértil dónde cualquier hombre de bien puede vivir
holgadamente". Mas de 100 años antes Charles Dickens se expresaba con el mismo
entusiasmo "Hay pocos ingleses preparados para descubrir esta tierra, que avanza
lentamente pero sin pausa, que consigue que las diferencias entre sus gentes
queden atrás y sean pronto olvidadas, que alienta el espíritu emprendedor
personal y colectivo a formar un estado robusto y vital, sin una pizca de
endeblez ni enfermedad, con el vigor y la salud latiendo en su firme pulso; esa
tierra rebosa ilusiones y esperanza".
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