Formentera es un lugar perfecto para una escapada de días o por qué no, de años. The Blue Bar es sin duda un sitio que representa la filosofía de la isla y la de Mónica Suarez que fue quien nos llevó allí por primera vez... Seguro que le hubiera gustado escribirlo a ella, pero mientras se recupera, espero que disfrute leyéndolo.
THE BLUE BAR
THE BLUE BAR
San Ferran. Playa del Mitjorn, km8. Formentera
Llegar a Formentera y alquilar una moto es la mejor forma de disfrutar de la isla. En la carretera que a modo de espina dorsal une La Sabina con La Mola hay que coger uno de los múltiples caminos de tierra que desembocan en ella y que está señalizado por un casi imperceptible letrero de madera que pone Blue Bar en letras azules. Al final de un camino entre pinos y fincas llegas al mar y en lo alto de las dunas está “The Blue Bar”, un restaurante, bar, terraza, chiringuito, chill out de ambiente neo-hippy.
El nombre es realmente acertado, azul es el color que predomina en sus paredes y en el mar que se extiende a los pies de la pequeña atalaya en la que está situado. La carta de comidas no es muy amplia, pasta, pollo, ensaladas. . . . pero no os recomiendo “el Blue” por su comida sino por el lugar. A su especial enclave hay que sumar su atractivo intrínseco. Además de la típica terraza con mesas de madera hay una especie de kiosco con mesas bajas y cojines casi en el suelo que se asoma al mar y en el que semitumbarte a comer o a tomar una copa escuchando la música chill out y viendo como el viento acaricia las cintas azules y blancas que cuelgan del techo es una experiencia que te permite sentir la comunión perfecta de lo que es esta isla: naturaleza, pausa, sol, libertad y la luz del mediterráneo.
ASM
Llegar a Formentera y alquilar una moto es la mejor forma de disfrutar de la isla. En la carretera que a modo de espina dorsal une La Sabina con La Mola hay que coger uno de los múltiples caminos de tierra que desembocan en ella y que está señalizado por un casi imperceptible letrero de madera que pone Blue Bar en letras azules. Al final de un camino entre pinos y fincas llegas al mar y en lo alto de las dunas está “The Blue Bar”, un restaurante, bar, terraza, chiringuito, chill out de ambiente neo-hippy.
El nombre es realmente acertado, azul es el color que predomina en sus paredes y en el mar que se extiende a los pies de la pequeña atalaya en la que está situado. La carta de comidas no es muy amplia, pasta, pollo, ensaladas. . . . pero no os recomiendo “el Blue” por su comida sino por el lugar. A su especial enclave hay que sumar su atractivo intrínseco. Además de la típica terraza con mesas de madera hay una especie de kiosco con mesas bajas y cojines casi en el suelo que se asoma al mar y en el que semitumbarte a comer o a tomar una copa escuchando la música chill out y viendo como el viento acaricia las cintas azules y blancas que cuelgan del techo es una experiencia que te permite sentir la comunión perfecta de lo que es esta isla: naturaleza, pausa, sol, libertad y la luz del mediterráneo.
ASM
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