Desde un peñasco cerca de Monterrey, California, 
se observa con ilusión cómo desciende el sol en el cielo de color rosa y violeta. Al oeste se distingue la extensión infinita del Pácifico, cuyas olas se lanzan sobre las rocas. Hacia el norte y el sur, pintorescas franjas de rocas salen al mar, y península tras península relucen bajo el sol poniente y añaden belleza a la armonía de la escena. Esta región es la que los americanos llaman Big Sur Country, el gran país del sur, uno de los lugares mas conmovedores y románticos del planeta.
se observa con ilusión cómo desciende el sol en el cielo de color rosa y violeta. Al oeste se distingue la extensión infinita del Pácifico, cuyas olas se lanzan sobre las rocas. Hacia el norte y el sur, pintorescas franjas de rocas salen al mar, y península tras península relucen bajo el sol poniente y añaden belleza a la armonía de la escena. Esta región es la que los americanos llaman Big Sur Country, el gran país del sur, uno de los lugares mas conmovedores y románticos del planeta.
Robert J. Moore Jr
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