Una violenta historia de gangsters en los oscuros años de la depresión; a partir de este reiterado armazón, habitual dentro del cine negro americano, se nos regala la oportunidad de disfrutar de lujosos añadidos: un laureado director Sam Mendes (American Beauty) y, sobre todo, dos gigantes de la interpretación: T. Hanks y P. Newman. Así las cosas, se narra una densa y trágica historia en la que los sentimientos pesan más que las balas y el muy americano alegato a la familia abandera una tensión que se mantiene intacta en cada uno de los minutos de su metraje.
Átimo
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