Pilar Gonzalez España en su libro de poemas EL CIELO Y EL PODER dice que "un poema es un fluido cerrado entre su techo/cielo y su suelo/tierra, sólo el ojo del lector, como la luna, despierta sus mareas". Así que hoy que no tenemos crítica en esta sección, ponemos un poesía de Marisol Gonzalez Felip.
Queda el poema
como en un lamento,
desnudo y solo,
frágil como una espiga de amor.
Las flautas del silencio
hieren la noche de canciones
y los ojos de las estrellas
tocan tu zozobra.
Las amapolas del camino
me anuncian los años
como alfombras de caricias.
Por el poema
subo y bajo cada día
a las cimas de los pétalos
que perfuman mi memoria,
a los labios del crepúsculo
que reconocen los míos,
a las cejas de la primavera
y al alba de los besos.
Queda el poema
signo de las horas
y arma de doble filo.
Imagino amaneceres
escarchados de versos,
el canto inmarchitable
de los crisantemos
libres de todos los nombres.
Queda el poema
por si acaso el relámpago
de unos párpados
es más largo que el olvido.
Marisol Gonzalez Felip.
Epílogo
Hace 11 años
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