Hoy es el día internacional de la poesía así que era ineludible un poema, esta vez, de Claudio Rodriguez, que nació en Zamora y la verdad, si naces y creces en una pequeña ciudad de provincias yo creo que tienes más posibilidades de hacerte poeta porque las horas discurren lentas. De niño pasearía por la calle Santa Clara en dirección a la zona antigua, para disfrutar de algunas de las iglesias románicas más notables y bellas que se pueden encontrar en un casco urbano. Su recoleto entramado de calles estratégicamente enclavado en un altiplano sobre el Duero invita a perderse por ellas y permaneciendo alerta a la realidad, hacer valiosas las sensaciones mediante la palabra en la poesía.
Tú mismo lo dijiste:
"Aquí si es peligroso"
Te referías
a la luz de las llanuras altas,
a su aire tan claro y transparente,
al paso de las aves
por los senderos del espacio,
a la brillante flota de las constelaciones,
al rumor del río Duero,
que tampoco da tregua.
Pero no se trataba solo de eso:
en el fondo,
te estabas refiriendo a la pureza,
a la honda verdad que se desprende
de lo que vive en plenitud y es libre,
y deja
en quien contempla tanta maravilla
un poco de nostalgia
y el temor de no ser
digno de recibir dones tan altos.
¿Basta el deseo para merecerlos?
¿Que otras credenciales avalaban
tu avidez?
Ignorabas, temías.
La luz aquella que te deslumbraba
ilumina la meta, no el camino.
Para quien anda a tientas,
y no sabe,
la noche abierta es
un peligro hermoso.
Claudio Rodriguez.
Tú mismo lo dijiste:
"Aquí si es peligroso"
Te referías
a la luz de las llanuras altas,
a su aire tan claro y transparente,
al paso de las aves
por los senderos del espacio,
a la brillante flota de las constelaciones,
al rumor del río Duero,
que tampoco da tregua.
Pero no se trataba solo de eso:
en el fondo,
te estabas refiriendo a la pureza,
a la honda verdad que se desprende
de lo que vive en plenitud y es libre,
y deja
en quien contempla tanta maravilla
un poco de nostalgia
y el temor de no ser
digno de recibir dones tan altos.
¿Basta el deseo para merecerlos?
¿Que otras credenciales avalaban
tu avidez?
Ignorabas, temías.
La luz aquella que te deslumbraba
ilumina la meta, no el camino.
Para quien anda a tientas,
y no sabe,
la noche abierta es
un peligro hermoso.
Claudio Rodriguez.
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